Perdon por la tristeza

El fin del mundo ya paso

lunes, 10 de enero de 2011

· Historias de cancha

Desde 1997 que me gusta el fútbol Argentino. Antes de que eso pase tenia la idea de que el deporte donde "siempre ganaba el mismo equipo" era cosa de papá.
Recuerdo un festejo escandaloso en casa cuando el viejo se tiro encima cinco litros de cerveza y empezó a rodar en el suelo. River era tricampeon por segunda vez si no me equivoco durante los años 1996, 1997 y 1998 de la mano de Ramon Díaz.
A mi me gustaba Enzo pero el Burrito era mi preferido porque me emocionaba cuando aparecía en la cancha y se me hacia simpático.
Mi viejo me había regalado unos libros de la historia del club donde el tercer tomo hablaba exclusivamente de él y obviamente, ya desde esa edad, estaba enamorada del mas feo.
Ariel Ortega era lo mas grande de los Domingos...
Si hasta por cábala colgaba una foto de él en el vértice izquierdo de mi cama en cada partido y también tenia una gran pila de revistas con su cara por toda la casa. Historia, goles, fechas, clubes y mil cosas más.

Luego crecí y conocí la cancha del Bicho por culpa de mi hermana que sigue siendo fanática de la tristeza.
A los doce empecé acompañandola de local, a los doce y medio termine de visitante en todos lados. Íbamos a ver al bicho en micro, colectivo, tren, auto, caminando y volando.
Hice de todo por el club y ni siquiera me motivaba insultar al "TensePuto".
Tenia 12 años, era hippie y me sabia todas (absolutamente) las canciones de cancha.
En ese momento caminaba por la vida queso y mi bulo-casa era el paradero de media Paternal (amigos de mi hermana) y media Floresta (mis amigos).
Mi casa fue un especie de templo que gracias a mates y falopas unifico hinchadas y logro que salgan algunos buenos amigos (años después los mismos se partieron la cabeza en algun partido).
La hinchada del bicho decía "Biorsi" y Floresta decía "Chubi", Floresta decía "Caño" y el bicho decía "Nardo" para referirse a la misma cosa.
Para mi hermana esto estaba buenisimo, pero cuando los pibes me preguntaban "¿y vos sos de ese cuadro chubi?" yo les contestaba "no, es re biorsi".
Nunca hubo un sentimiento profundo hacia el equipo, solo un leve afecto transmitido de tanto amor que le tiene mi viejo.
La cosa es que una de esas tardes, cansada de hacer siempre la misma rutina, algunos de los pibes me pasaron a buscar y me fui a ver jugar a All-Boys.
El caso es que me enamore realmente porque eran malisimos y no corrían ni un rumor (otra vez del mas feo).
Recuerdo haber llorado al volver porque en mi casa la palabra "All-Boys" estaba prohibida, ¿mi viejo? ¡los odiaba! si hasta mi mamá que no caza un fútbol se hizo hincha de Chicago.
Sufrí un poco hasta que me las rebusque para seguir metiéndole los cuernos al bicho "de trampa" con la peste blanca, mientras mi hermana "pirateandola" seguía visitando todas las provincias viendo bajar a su equipo (y el de papá).
Al Albo lo seguía a todas partes. Fueron torneos dificiles pero la pasión era hermosa encima de loca y no nos importaba nada mas que alentar. Conocí a media plaza, a 3/4 de barrio. Mis apodos fueron "moco" y "respetito", fui la pequeña durante dos años increíbles hasta que llego la parca.
Una de las pocas veces que falte a la cancha me encerré en mi cuarto para ver el partido por la tele. Estaba tan nerviosa que cuando metimos el primer gol a casi finales del primer tiempo lo grite como si lo hubiese cantado yo misma.
Obviamente, el viejo escuchó y nadie se ocupo de defenderme...

¡Como sufrí! Decirle a mi viejo que era hincha de Allboys fue como ser varón y confesarle que era puto.
La conclusión fue exactamente la misma, porque como padre no me creyó, se rió de mi, me gasto, me ignoró y la vida siguió.
Luego de un tiempo mi primer crisis de existencia termino por completo con la posibilidad de tenerle cariño a la gente de paternal y en un episodio de locura evacué mi bulo, moví las fichas y nadie volvió nunca mas...
En algún punto me había afectado demasiado ver casos y cosas de las cuales nunca pude contar ni confiarle a casi nadie. No se bien que paso por mi cabeza pero ver a los pibes en casa jugando al fútbol-tenis, verlos fumar, robarme cds, vaciar mi heladera y bardear a mi equipo me hizo estallar.
Fue en el verano del 2006 que abandone 3º año del secundario, patee algunas cosas de mi mente y le pedi a mi vieja que se quede en casa para dejar de lado una futura vida llena de nada.
De los "amigos" de mi hermana no supe mas, de los mios por suerte hoy disfruto cada encuentro.
No se que tiene que ver esta historia con El Burrito, pero espero que vaya a All-Boys así vuelvo a la cancha y mi viejo no se enoja tanto.
¡Que grande Orteguita, hizo la que quiso y chupo como un campeón!
¡Yo lo re banco!

2 comentarios:

Ale R dijo...

Esto está genial, Respetito!

Anónimo dijo...

me colgue leyendo tu blog , escribis piola! :) Saludos , aguante el albo


Carta Clos